jueves, 4 de octubre de 2012

Michael Schumacher se despide... ¿para siempre?

Las noticias en el mundo de la Fórmula 1 no descansan desde que Hamilton provocó el efecto dominó con su fichaje por Mercedes. La lógica de los acontecimientos continúan, y esta vez es el Michael Schumacher el que ha acaparado las portadas de la mañana al anunciar su segunda retirada de la Fórmula 1. Lo ha anunciado en una rueda de prensa organizada por su equipo y acompañado por Ross Brawn y Norbert Haugh, leyendo un comunicado y tratando de disumular su tristeza entre sonrisas. Una despedida muy diferente a la que tuvo en 2006, cuando anunció su retirada en la rueda de prensa oficial de la FIA tras conseguir la victoria en Monza y en la que el periodista encargado no supo estar a la altura. 

Por aquel entonces el Kaiser habló de cansancio y desgaste como motivo de su retirada. Esta vez, sin embargo, da la sensación de que se va forzado por las circunstancias, especialmente por ese fichaje de Hamilton por su equipo que le cierra las puertas a una renovación. De ahí la pregunta que titula este artículo. ¿Es para siempre la retirada de Schumi? Las palabras del alemán nos provocan desde luego muchas dudas. No se ve tan cansado como en 2006; ha dejado claro que está al nivel de competir con el resto de pilotos de la parrilla; y ha dejado claro que tenía ofertas para correr en otros equipos, lejos claro está de los puestos de cabeza. Pero la frase que resume su retirada es la siguiente: "Esta vez incluso sea para siempre". Es decir, ni el propio Michael Schumacher es capaz negar al cien por cien un posible regreso, aunque sea muy improbable. La impresión es, al menos eso pienso, que más que irse lo echan, y que en sus planes no estaba dejar el Gran Circo.

En cualquier caso algo está claro: se va el que para unos es el mejor piloto de la historia y para otros el que más veces ha sido campeón; que no es lo mismo. A Schumi siempre le perseguirá el pentacampeonato consecutivo de un Ferrari demasiado superior al resto de coches, lo que hace disminuir sus méritos como le ha pasado recientemente al propio Vettel. Esto se une a la ausencia de grandes rivales dignos, y que cuando los tuvo, primero Hakkinen y luego Alonso, sucumbió ante ellos. Por otro lado a nadie se le escapa su calidad al volante, su perfeccionismo en la pista y también fuera de ella. Michael Schumacher es probablemente el precursor del piloto moderno, cuya conexión y trabajo conjunto con los ingenieros fue fundamental para diseñar un coche tan superior. Es metódico y orgulloso, y se ha erigido como una de las figuras más importantes de la historia del deporte mundial. Sea de una manera u otra los números de Schumacher son casi insuperables: 7 títulos mundiales, 91 victorias, 69 poles y 155 podios. El año que viene no estará, pero aún tenemos 6 grandes premios en los que podría agrandar un poco más su leyenda. Disfrutémoslo.

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